miércoles, 15 de julio de 2009

Aunque sea al viento

"…si anuncio el evangelio, no tengo por que gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mi si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada" (1ª. Cor. 9:16-17). Note, que en todo Dios nunca obliga a predicar; pero si alguien pertenece a su reino, sin duda sentirá el deber de hacerlo. Cuando Dios comisiono al profeta Ezequiel para que predicase a su pueblo Israel –el cual se había endurecido mucho a causa del pecado y la idolatría- le anticipo que su predica no seria aceptada; no obstante, debería predicar aunque solo lo escuchara el viento; leamos "Yo, pues, te envió a hijos de duro rostro y de empedernido corazón, y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen: pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos… Les hablaras, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes… (Ez. 2:04-05, 07). El profeta Oseas predico el arrepentimiento a Israel; sin embargo, estos le ignoraron y continuaron en sus idolatrías, por lo cual Dios le dijo: Efraín (Israel) es dado a los ídolos: déjalo… El viento los ato en sus alas, y de sus sacrificios serán avergonzados" (Os. 04, 17, 19). ¿Verdad que Dios no obliga? ¿Puede usted aun oír la voz de Dios o prefiere que la oiga el viento?

Texto por

Expresión Doctrinal Ágape©

No hay comentarios: