martes, 21 de julio de 2009

El gran engaño

"Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos" (2ª. Tes. 2:10). Si cada uno de ustedes pudiera entender cuan difícil es evaluar el espíritu de engaño que opera en el mundo. El engaño esta ligado a la mentira, hipocresía, apariencia, que son sus principales aliados. Las buenas preguntas son: ¿en esta vida que persona escapa de no ser mentirosa?, porque, personas absolutamente verdaderas ¿Dónde están? Ligado a ello, el actuar de las personas que lleva a la hipocresía, en otras palabras, las personas siempre ocultan los sentimientos que tienen por otras personas. Y, por ultimo, al hombre le gusta vivir de apariencias. Le gusta el enaltecimiento, la vanagloria. Precisamente ahí es donde surge el "hombre de pecado, el hijo de perdición" (2ª Tes. 2:03), el cual esta ocupando –por un acto engañoso- un lugar que no le corresponde.

Ese grado de engaño en la actualidad es superlativo. Fíjese usted cuanta gente esta sacando títulos; se dan el lujo de decir: "estudie tal cosa" pero lo hace a base de fraudes. Todo eso es mentira; pero todo por darse un lugar.

Cuanta gente se viste con ropa muy fina por aparentar lo que realmente no es, y podríamos poner muchísimos ejemplos más en el mundo. Todo esto es común; pero lo mas difícil de entender es que el grado mas grande de engaño esta metido dentro de la religión. El diablo realmente ha hecho creer que mucha gente es salva, cuando en la realidad los frutos de un nuevo nacimiento no se miran. La mayoría de pastores predica un mensaje confuso, no son personas definidas en su criterio, solo saben teología; saben predicar, saben entretener a la gente; pero desconocen la voluntad de Dios. Si alguien me asegura que conocer la voluntad de Dios es fácil o es el simple creer que merece todo el gran respeto, pero del engaño, eso es más problema. No porque usted estudie o tenga algún privilegio ministerial, usted ya se las sabe todas y ya no tiene engaño en su corazón. El pecado no respeta títulos ni personas, entienda usted: el pecado es pecado. El único que nos puede sacar de todo esto es el Espíritu de Dios. Realmente, que Dios nos ayude a salir de todo este engaño.

Texto por

"Si oyereis hoy"©

No hay comentarios: