lunes, 9 de diciembre de 2013

El Ministerio del Apostol Juan

"RESTAURAR, REPARAR, EQUIPAR, PERFECCIONAR, COMPLETAR Y ACOPLAR". Este fin de semana pasado, he disfrutado el compartir la Palabra sobre el ministerio de Juan. Tres hermanos nos han abierto de una manera rica y disfrutable el ministerio de vida reflejado en el Evangelio de Juan. Damos gracias al Señor por el Evangelio de Juan. En Juan no busques métodos ni doctrina; Juan no es metodista; Juan nos muestra y nos introduce en la vida. Esta vida es una Persona Cristo Jesús(Jn. 1:4; 3:15-16, 36; 5:24; 11:25; 14:6; 20:31). El Evangelio de Juan es un libro de vida y para vida. Realmente esta vida es el Dios Triuno corporificado en el Hijo(Col. 2:9). En el evangelio de Juan vemos que el Señor Jesús vino para que tuviéramos vida en abundancia; El libero Su vida y nos la impartió mediante Su muerte y resurrección en la Cruz (Jn. 10:10; 12:24; 19:34; 20:17, 18). No hay lenguaje humano que pueda describir esta persona maravillosa. Lo único que pudo decir de Él Juan fue "lo que era desde el principio"(1 Jn.1:1), refiriéndose a Aquel que estaba con el Padre desde la eternidad y que se manifestó a Sus Apóstoles, quienes lo anunciaron como vida (1 Jn. 1:2-3). Nuestra mente es limitada, pero por fe podemos disfrutar y experimentar esta realidad. ¿Como podemos disfrutar y experimentar esta vida divina? Solamente permaneciendo en la comunión de dicha vida (1 Jn. 1:3, 7). Podemos permanecer en esta comunión con base a que somos hijos de Dios, engendrados de Dios y participantes de Su naturaleza divina (Jn.1:12-13; 2 P. 1:4). Juan nos anima a permanecer en el Señor Jesús (1 Jn. 2:29; Jn. 15:4-5). Debido a que hemos nacido de Dios, Cristo ahora mora en nosotros como el Espíritu para ser nuestra vida y nuestro suministro de vida a fin de que crezcamos con Su elemento divino y lleguemos a ser semejantes a Él cuando Él se manifieste (1 Jn 3:1-2, 24; 4:4, 14-15). Para que la iglesia, cuerpo de Cristo, sea edificada hoy, necesitamos el ministerio remendador de vida. En este ministerio experimentamos a Cristo como nuestra vida y llegamos a ser la morada de Dios (Ef.1:22-23; Jn. 2:19-22; 11:25; 14:2-3; 1 Ti 3:15-16). De las cuatro pancartas que encabezaban esta conferencia, una de ellas toco mi corazón: "El requisito principal para que la iglesia sea edificada hoy es el ministerio remendador de vida: un ministerio por el cual la red espiritual que estaba rota es restaurada, perfeccionada y hecha más fuerte y en el cual experimentamos a Cristo como nuestra vida y llegamos a ser la mortada de Dios". Que el Señor Jesús nos de un espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Cristo Jesús y Su iglesia. Nota.- La fuente de esta porción que he disfrutado corresponde a una conferencia dada por hermanos del ministerio del hermano Witness Lee. Versículos y notas de la Biblia versión Recobro del hermano Witness Lee. José Luis Bruña.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Vida Divina en el Cuerpo de Cristo

SÓLO A TRAVÉS DE LA VIDA DIVINA QUE EL CUERPO DE CRISTO ES EDIFICADO
                                                                                                           Ro. 5 :10; Fil. 1 :19

        Dios hizo al hombre como un ser tripartito. En primera de tesalonicenses 5:23 dice claramente que tenemos un espíritu, alma y cuerpo. Hebreos 4 :12 dice que nuestro espíritu puede ser separado de nuestra alma. En el alma tenemos la mente, la parte emotiva y la voluntad. En el cuerpo tenemos muchos miembros.... En nuestro espíritu tenemos la conciencia, la intuición y la comunión. Nuestro cuerpo existe para que seamos un vaso viviente que contenga a Dios (Ro. 9 :21, 23).
        Dios, a fin de cumplir Su propósito, primero hizo al hombre como vaso que lo contuviera a Él como vida (Jn. 5: 11-13). El hombre fue creado de una manera muy específica, no solamente con un cuerpo para subsistir físicamente y con un alma para expresarse, sino también con un espíritu en el cual recibir y contener a Dios (1 Co. 3:16; 6:19; Ef. 2:21). El alma del hombre es su persona y toda su personalidad. Es una persona completa. La intención de Dios era que el hombre, como ser creado y completo, lo tomara a Él como vida y lo expresara en todos los aspectos de su personalidad. Por consiguiente, además del alma, el hombre necesita un órgano específico con el cual tocar y ser uno con Dios: el espíritu humano (1 Ts. 5:23; 1 Co. 15:45; 2 Co. 3:17; 1 Co. 6:17).
        Romanos 8 nos revela cómo el Dios Triuno (Trinidad divina)---el Padre (v. 15), el Hijo (vs. 3, 29, 32) y el Espíritu (vs. 9, 11, 13-14, 16, 23, 26)--se imparten a Si mismo como vida (vs. 2, 6, 10, 11) en nosotros, hombres tripartitos--de espíritu, alma y cuerpo--para hacernos Sus hijos (vs. 14-15, 19, 23, 29, 17) a fin de constituir el Cuerpo de Cristo (12: 4-5). (Ro. 8:9).
        Ser salvos en la vida divina de Cristo es algo que es progresivo. Hemos sido salvos eternamente de la perdición eterna, del juicio eterno y de la muerte eterna en el lago de fuego. Pero en términos de ser liberados de la ley del pecado, todavía no hemos sido completamente salvos. Así que, la vida cristiana es una vida de ser salvos continuamente.
        La salvación completa que Dios efectúa se basa en Su justicia (Ro.1:17a), la cual es Cristo. Dicha justicia, la cual es sólida e inquebrantable, es el cimiento de Su trono (Sal. 89:14) y la base en la cual se establece Su reino (Ro. 14;17).

El universo, incluyéndonos a nosotros, existe con base a la justicia de Dios.
        Romanos 5:10 señala que la plena salvación revelada en este libro consta de dos secciones: una es la redención que la muerte de Cristo efectuó en nosotros, y la otra es la acción salvadora que la vida de Cristo nos provee. En los primeros cuatro capítulos se describe exhaustivamente la redención llevada a cabo por la muerte de Cristo, mientras que en los últimos doce, se habla en detalle de la acción salvadora proporcionada por la vida de Cristo. Nosotros, el pueblo redimido de Dios, somos salvos en la vida divina de Cristo del cautiverio, la esclavitud, del pecado, es decir, de la ley del pecado por medio de la liberación de la ley del Espíritu vivificante (Ro. 8:2). Pero a fin de que la ley del Espíritu vivificante opere, se  requiere que cooperemos al poner nuestra mente en nuestro espíritu (Ro. 6: 6b) y andar según el espíritu mezclado(Ro. 8:4).

Recordar que tenemos un espíritu (1 Ts. 3:17);(que el señor hoy es el Espíritu (1 Co. 15:45; 2 Co. 3:17) y que somos un solo espíritu con el señor ( 1 Co. 6:17).
        Nosotros también necesitamos ser salvos en la vida divina de Cristo del siglo presente del mundo, por medio de la santificación del Espíritu Vivificante (Ro. 12:2a; 6:19b, 22b). Somo salvos en la vida de Cristo, de nuestro ser natural por medio de la transformación del Espíritu Vivificante (Ro.12:2b; 2 Co. 3:18). En la ida divina somos salvos del individualismo al ser edificados en el cuerpo de Cristo (12:5). Somos salvos en la vida divina de Cristo de la manifestación de la semejanza de nuestro yo por medio de la conformación del Espíritu que imparte vida (Ro.8:29b)...Seamos buenos o malos, amables o toscos, de todos modos manifestaremos la semejanza de nuestro yo....Necesitamos ser conformados por medio de la transformación en la misma imagen del Hijo de Dios (2 Co. 3:18).
        El resultado de que seamos salvos en la vida divina de Cristo es la transfiguración, en virtud de la vida divina, de nuestro cuerpo de humillación (Ro. 8:30c; Fil. 3:21; Ro. 8:11)....Cuando el Espíritu que mora en nosotros nos sature completamente, nuestro cuerpo será redimido.
        Romanos 10 revela la manera de disfrutar la salvación que trae la vida. Los versículos 12 y 13 nos dicen que el Señor es rico para con todos los que le invocan y que todo aquel que invoque el nombre del señor, será salvo. Cuando invocamos el nombre del Señor , somos salvos en Su vida. cuando le invocamos, disfrutamos la salvación que la vida trae. Que el señor tenga misericordia de nosotros para que disfrutemos Su vida salvadora día tras día. Es triste el poco conocimiento que hay entre los cristianos sobre este asunto tan primordial.
        Después de ser salvos de la condenación de Dios y del lago de fuego, primero necesitamos ser salvos de la ley del pecado. La ley del pecado es el poder dominante del pecado. Romanos 8:2 dice que la ley del Espíritu de vida nos libra de la ley del pecado. La carne es la segunda cosa de la cual necesitamos ser salvos. La muerte espiritual es la tercera cosa negativa de la cual necesitamos ser salvos. La muerte incluye todo lo negativo. Es menester que seamos salvos de la ley del pecado, de la carne y de la muerte.
        La muerte siempre acompaña al pecado; es el producto del pecado. El pecado es la causa y la muerte espiritual es el efecto. Cuando tenemos el pecado, allí está la muerte. La muerte es la falta de capacidad para cumplir los requisitos de Dios según la norma divina. Por supuesto en nuestro hombre natural no mora el Bien (Ro.7), lo que nos impide cumplir los requisitos de Dios. Necesitamos ser salvos en Su vida. Necesitamos Su vida para que podamos ser vivientes, llenos de Su espíritu para cumplir Sus requisitos. Esto es tomar a Cristo como nuestra vida (Ga. 2:20 Fil. 1:21), nuestra persona, nuestra cabeza (Ef.1:22-23) nuestro todo. Debemos dar a nuestro querido Señor Jesús la preeminencia en todas las cosas, para que no vivamos en nosotros mismo. Cristo debe ser nuestro vivir las veinticuatro horas del día (He. 7:25).
        Ser salvos en Su vida no tiene que ver solamente con ser justificados, ser perdonados por Dios y ser salvos del lago

de fuego. necesitamos ser salvos de la falta de capacidad para glorificarle, agradarle y cumplir Sus requisitos. Necesitamos Su vida. Esta es la vida que tiene el poder de la resurrección. La vida que recibimos de Dios por medio de Cristo es una vida de resurrección. Esta vida ha sido probada al morir y al pasar al pasar por la muerte. Cristo es la resurrección y la vida (Jn. 11:25). Debido a que Cristo es la resurrección, era imposible que El fuese retenido por la muerte (Hch. 2:24). Si tenemos al Hijo, tenemos la vida. Si no tenemos al Hijo , no tenemos la vida (Jn.3:16). Debido a que recibimos al Hijo, podemos declarar que tenemos la vida (Col.3:4a). por medio de esta vida es que somos transformados de gloria en gloria a Su misma imagen.
        En Filipenses 3:10a Pablo dijo que quería conocer el poder de la resurrección del Señor. Este poder es Su vida de resurrección, la cual lo resucitó de entre los muertos (Ef. 1:19-20). Necesitamos conocer y experimentar el poder de esta

vida del señor para ser salvos en Su vida.
        Que Dios nos bendiga a todos nosotros y nos guarde en Su corazón para Su mayor gloria

En Cristo, José Luis Bruña    

martes, 5 de noviembre de 2013

Vida Divina

VIDA DIVINA (Jn. 5:26; Ro. 8:11)

             La vida divina puede considerarse el primer y más básico

atributo de Dios. Aunque la palabra vida se usa muchas veces en el Nuevo

Testamento, la frase "la vida de Dios" aparece sólo una vez. Efesios 4:18 es

el único versículo que nos habla acerca de la vida de Dios: "Teniendo  el

entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que

en ellos hay, por la dureza de su corazón". La vida de Dios es eterna e

increada. El hombre no recibió esta vida  en el momento en que fue creado.

Después de ser creado, el hombre con la vida humana creada fue puesto frente

al árbol de la vida (Gn. 2:8-9) a fin de recibir la vida divina e increada.

Sin embargo, el hombre cayó en la vanidad de su mente y su entendimiento fue

entenebrecido. En esta condición caida el hombre no puede contactar la vida

de Dios hasta que se arrepienta (hasta que su mente se vuelve a Dios) y cree

en el Señor Jesús para recibir la vida eterna de Dios (Hch. 11:18; Jn. 3:16).
             De hecho, en todo el universo sólo la vida de Dios puede

considerarse como vida. En 1 Juan 5:12 dice: "El que tiene al Hijo, tiene la

vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida". A los ojos de Dios

únicamente Su vida es vida. La vida humana sólo es una sombra de la vida de

Dios. Por esta razón, cuando la vida de Dios se menciona en el Nuevo

Testamento, se habla de ella como si fuese la única vida (Jn. 1:4; 10:10;

11:25; 14:6).
             Todas las demás clases de vida que existen en el universo son

mortales y variables. Únicamente la vida de Dios es divina y eterna, inmortal

e inmutable. Por lo tanto desde la perspectiva de la eternidad, únicamente la

vida de Dios es vida.
              Esta vida dentro de nosotros es lo que Dios es. Ahora en esta

vida Dios llega a ser nuestro todo y es nuestro todo; es en esta vida que

Dios llega a ser nuestro Dios. En Cristo esta vida es la plenitud de la

Deidad y el contenido de Dios mismo (Cristo Jesús es Dios hecho hombre

mediante la encarnación). Por ser la vida el fluir de Dios así como el

contenido de Dios, la vida es Dios mismo (la vida divina).
              Hablando con propiedad, cuando recibimos la vida, no sólo

recibimos la vida de Dios, sino a Dios como vida. Dios no solamente nos dio

Su vida; Él mismo vino para ser nuestra vida (Jn.1:12-13). Por ser Dios mismo

la vida, Su vida es Su mismo ser.
              Pablo dice en Gálatas 2:20a: "Con Cristo estoy juntamente

crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí". Esto muestra que la

vida es Cristo que vive en nosotros (1 Jn. 5:11-13).... La vida no es una

actividad. La vida es  absolutamente Cristo mismo. Debemos recalcar este

hecho a lo sumo.....Nada puede reemplazar la vida de nuestro querido Señor.
              La vida es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la realidad

de Cristo (Jn. 14:16-17; 1 Co. 15:45) El Hijo es la corporificación del

Padre, y el Espíritu es la realidad del Hijo. Romanos 8:2a usa la expresión

"Espíritu de vida", y 2 Corintios 3:6b dice que el Espíritu da vida. Por lo

tanto, el Espíritu Santo hoy es el Espíritu de vida, quien nos da vida.

Debemos recalcar que en el Nuevo Testamento el Espíritu tiene dos aspectos.

Por un lado, Él es el Espíritu de poder y, por otro, Él es el Espíritu de

vida.
              Santos, es hermoso y muy disfrutable experimentar esta

realidad. Cuando abrimos nuestro corazón al Señor Jesús como nuestro amado

Salvador, la vida del Dios Triuno (la Trinidad Divina) se imparte en nosotros

y vive en nosotros. El Padre es la fuente, el origen, el Hijo es el cauce, y

el Espíritu es el fluir. Hermanos, el Dios Triuno se imparte en nosotros en

Su Trinidad Divina y ahora vive en nosotros. Somos sus muchos hijos (Jn.

1:12-13); los muchos hermanos del Primogénito Hijo de Dios, nuestro querido

Señor Jesús en resurrección.

                                                                             

     LA INTENCIÓN DE DIOS ES EDIFICAR SU IGLESIA,
                                                                             

     LA CUAL ES SU CUERPO, DÁNDONOS A COMER DEL
                                                                             

           ÁRBOL DEL LA VIDA (Gn. 2: 8-9; Ap. 22 :14)

               Jeremías 2:13 dice: "Dos males ha hecho Mi pueblo: / me

dejaron a Mí, / fuente de agua viva, / y cavaron para sí cisternas, /

cisternas rotas que no retienen el agua". La intención de Dios en Su economía

(Su beneplácito, Su buen deseo) es ser la fuente, el origen, del agua viva

que satisface a Su pueblo escogido y en la cual ellos pueden deleitarse.....

a fin de edificar la iglesia, Su cuerpo, Su novia, Su esposa, para que esta

sea la plenitud de Dios con miras a Su expresión (Ef. 1 :22-23). Éste es el

deseo del corazón de Dios, el beneplácito,( Ef. 1:5, 9) de Dios en Su

economía. Dicho pensamiento es desarrollado plenamente en el Nuevo

Testamento, pero su semilla fue sembrada en Jeremías 2:13.
              
               Nada puede reemplazar el nuevo pacto ni compararse con él.

Confucio y Sócrates eran buenos, pero eran humanos con naturaleza caida; no

pudieron introducirse en sus seguidores como vida. Sólo Jesucristo, la

corporificación de Dios (Dios encarnado), puede hacer esto. a Través de los

siglos, Él ha infundido Su vida en millones de personas. Nosotros, los

creyentes, hemos recibido Su vida eterna. Esto lo indica claramente Juan

3:16. Al creer en Cristo, hemos recibido la vida eterna, la vida divina. Esta

vida es la centralidad y la universalidad de nuestra vida cristiana. Esta

vida no es nada menos que Cristo mismo, y Cristo es Dios mismo. Debido a que

tenemos a Dios dentro de nosotros, en nuestro espíritu (1 Ts. 5 : 23) como

vida, podemos conocerle, entenderle, vivirle (Ga. 2:20; Fil. 1:21) y ser

constituidos de Él.
              La intención original de Dios era que el hombre comiera del

árbol de la vida (Gn. 2:9, 16). A causa de la caída, el camino al árbol de la

vida le fue cerrado al hombre (Gn. 3:22-23). Mediante la redención efectuada

por Cristo, el camino por el cual el hombre puede llagar al árbol de la vida,

que es Dios mismo en Cristo como vida para el hombre, fue abierto de nuevo

(He. 1O:19-20). Pero en la degradación de la iglesia, la religión ( la

religión es inventada por el hombre; Dios no es ninguna religión, es una

Persona viva) se infiltró con su conocimiento, sin vida, para distraer a los

creyentes y apartarles de comer a Cristo (Jn.6: 35, 41, 48, 50-58), el árbol

de la vida. Así que, el Señor les prometió a los vencedores que, como

recompensa, les daría a comer de Sí mismo, el árbol de la vida (Ap. 2:7), en

el paraiso de Dios. Esto les motiva a abandonar la religión para tomarle como

vida y para disfrutarle nuevamente (2 Co. 3:6).
              Necesitamos una visión, una revelación como Pedro (Mt. 16:17-

18) para poder ver que toda la Biblia nos presenta un cuadro mostrándonos que

Dios es el árbol de la vida a fin de ser nuestro alimento (Jn. 6: 41, 48-51,

53-58, 63). Es por esto que el árbol de la vida está al principio y al final

de la Biblia (Gn.2:9; Ap. 22:2, 14). Debemos aprender a disfrutar al Señor

comiéndole. Comer al Señor nos volverá del atrio al Lugar Santo; del alma al

espíritu (1 Ts.5:23). Al comerle seremos transformados en materiales

preciosos para ser edificados con otros para el edificio  de Dios (1 P. 2:5),

Su cuerpo, Su novia, Su esposa, el nuevo hombre, Su expresión, Su morada por

toda la eternidad. Entonces habrá una casa (1 Ti. 3:15), un templo, para el

descanso del Señor, y en este templo disfrutaremos al Señor de manera plena.

Así que, el propósito de Dios se cumplirá. Todos debemos aprender a comer al

Señor, a disfrutarle para ser constituidos con su vida.
               Es muy importante recordar que la iglesia no es un edificio de

ladrillo ni una organización; la iglesia es un organismo vivo, es el Cuerpo

de Cristo compuesto de todos los redimidos por el Señor que Le contienen como

vida (Ef. 1 :22-23) y viven por Su vida (Ga. 2:20; Fil. 1:21).

                                                              EL ÁRBOL DE LA

VIDA, CRISTO MISMO, ES LA FIGURA CENTRAL DEL UNIVERSO
                                                                             

                          (Ap. 22 :2; Jn. 15 :1)

                Vemos que Dios creó al hombre a Su imagen y conforme a Su

semejanza con el propósito de que este le recibiera como vida y le expresara

en todos Sus atributos. Génesis 2 :9 dice: "E hizo Jehová Dios brotar de la

tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer, y también el árbol

de la vida en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y del

mal". Aquí el árbol de la vida no es un tipo, sino una figura que representa

a Dios en Cristo como nuestra vida. En Génesis Él se vale de una figura-el

árbol de la vida- a fin de darnos a entender cual es Su deseo. El árbol de la

vida representa al Dios Triuno quien en Cristo, se imparte a Su pueblo

escogido como su vida generadora. En Génesis 2 vemos esta figura, y en el

Nuevo Testamento tenemos el cumplimiento de la misma.
                El árbol de la vida es la figura central del

universo.....Nada es más central y crucial, tanto para Dios como para el

hombre, que el árbol de la vida. El árbol de la vida en el huerto era un

indicador de que Dios desea ser nuestra vida, presentándose a nosotros en

forma de alimento.
                El árbol del conocimiento del bien y del mal tipifica a

Satanás quien es la fuente del pecado y del mal. El conocimiento, el bien y

el mal, los cuales provienen del árbol del conocimiento del bien y del mal,

estan en contraste con la vida del árbol de la vida. La vida depende de Dios,

mientras que el conocimiento, el bien y el mal son independientes de Dios..

Además, el árbol del conocimiento del bien y del mal trae muerte, lo cual

significa que la muerte proviene de Satanás. Finalmente, esta muerte vendrá a

ser la segunda muerte de aquellos que cometen pecados, esto es, la muerte

eterna de todo su ser--espíritu, alma y cuerpo--(1 Ts. 5:23)......." mas del

árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de el

comieres, ciertamente morirás"...Genesis 2:17.
                La meta de Dios es la vida. Esta vida, representada por el

árbol de la vida, es Dios mismo en Cristo como el Espíritu. La manera en que

obra el enemigo, Satanás, la serpiente, es alejar a las personas de esta

vida. Su objetivo es llevarlos al conocimiento, al bien y al mal, cuyo

resultado es la muerte. La muerte consiste en estar separados del disfrute de

Dios.
                Por siglos, la astuta serpiente ha usado las enseñanzas para

evitar que los escogidos de Dios disfruten a Dios como vida. En general,

estas enseñanzas estan relaccionadas con el conocimiento, con el bien y el

mal. El resultado de dichas enseñanzas es que ellas nos separan de Dios.

Cuando hablamos del conocimiento, por supuesto, no nos referimos a la

formación humana: el colegio, la universidad, el trabajo etc.; nos referimos

a toda enseñanza que nos distraiga del disfrute de Dios y, de darle toda la

preeminencia en todas las cosas en nuestra vida; muy especialmente a las

enseñanzas doctrinales que en lugar de llevarnos a Cristo nos distraen en sí

mismas, haciendo de ellas el fundamente de nuestra vida cristiana. La sana

doctrina debe llevarnos a Cristo y no hacer de ella una ley, una división.

Cuando damos énfasis a las doctrinas, el resultado es división. Segun sea la

doctrina que tomo como fundamento, asi, será el nombre con el que me

denominaré. Los nombres denotan diferentes características. Nunca debemos

pararnos en las doctrinas; estas deben llevarnos a Cristo como nuestro árbol

de la vida. Solo hay un árbol de la vida y, de este árbol de la vida todos

los creyentes debemos comer.

                                                                 DIOS COMO

NUESTRA VIDA EDIFICA; SATANÁS COMO LA MUERTE DESTRUYE.
                                                                             

                            2 Co. 11:3; Ro. 8 :6

                 La mejor manera de discernir un asunto es discernirlo

conforme a la vida o a la muerte. Mientras que la enseñanza o la predicación

de una persona nos robe el disfrute del Señor como nuestro suministro de

vida, esa enseñanza es de la serpiente. El ministerio genuino del Señor, por

su parte, siempre nos fortalece en el disfrute que tenemos de Él como nuestro

suministro de vida. Recuerde este principio de discernir conforme a la vida y

la muerte. Todo lo que nos prive del disfrute del Señor proviene de la

serpiente. Pero todo lo que haga aumentar el disfrute que tenemos del Señor,

es del Espíritu y del ministerio neotestamentario.
                 El asunto principal que se halla implícito en Romanos 8:6 es

el sentir de vida. Poner la mente en el espíritu (Jn. 4:23-24) es vida y paz.

Esto es algo que uno siente y de lo cual uno está consciente. Esta percepción

interior es el sentir de vida. Su función no es sólo guiarnos, sino también

gobernarnos, controlarnos y dirigirnos. El sentir de muerte y  el sentir de

vida y paz son los dos aspectos de lo que significa el sentir de vida. La

vida divina es el primer elemento de la fuente del sentir de vida. Según

Efesios 4 :18-19, los incrédulos perdieron toda sensibilidad por ser ajenos a

la vida de Dios.. Si somos uno con la vida de Dios, tendremos el sentir más

rico, más intenso y más agudo. Somos uno con el sentir de vida cuando tocamos

el Espíritu de la Palabra (la Biblia) con nuestro espíritu; porque la letra

mata más el espíritu vivifica (Ro. 3:6). Nunca debemos ir a la Palabra

únicamente con nuestra mente en busca de conocimiento. Debemos tocar el

corazón del Señor Jesús buscando el Espíritu de la Palabra (Jn. 6:63).
                 La ley de vida es la capacidad innata y función de vida (Ro.

8:11; He. 8:10), y  es el otro elemento de la fuente del sentir de vida.

Puesto que esta ley de vida opera en nosotros, ciertamente produce en

nosotros cierta sensación; por eso constituye otro elemento que da origen al

sertir de vida. Romanos 8:2 habla de la ley del Espíritu de vida, y Hebreos

8:10 dice que esta ley ha sido escrita en nuestros corazones. Esta ley de

vida es la Trinidad Divina corporificada en Cristo Jesús como el Espíritu

vivificante en resurrección (1 Co. 15:45; 2 Co. 3:17; 1 Co. 6:17) para

dispensarse dentro de nosotros en nuestro espíritu (1 Ts. 5:23).
               
                                                                            

LA LEY DEL ESPÍRITU DE VIDA
                                                                             

                 Ro. 8 :1-2

                 La vida es el contenido del Espíritu, y el Espíritu es la

manifestación consumada y final del Dios Triuno después de pasar a través de

la encarnación, la crucifixión y la resurrección y de llegar a ser el

Espíritu vivificante (1 Co. 15:45) que mora en todos los creyentes (1 Co.

3:16) y que es vida para ellos en Cristo. La ley que nos ha librado de la ley

del pecado--la cual pertenece a Satanás, quien mora en los miembros de

nuestro cuerpo caido (Ro. 7:23, 17)--pertenece al Espíritu de vida.
                 La ley del Espíritu de vida vino a ser la vida en nuestro

espíritu por medio de la regeneración (Jn. 1:12-13). Luego, desde nuestro

espíritu satura nuestra mente para la transformación de nuestra alma, a la

cual pertenece nuestra mente, y llega a ser la vida en nuestra alma, nuestro

yo (V. 6). Con el tiempo impregnará nuestro cuerpo (v. 11), finalmente dando

por resultado la transfiguración de nuestro cuerpo (Fil.3:21), es decir la

redención del mismo (V. 23).
                 La función principal del Dios Triuno al morar en nuestro

espíritu como ley del Espíritu de vida es librarnos completamente de Satanás,

quien mora en nuestra naturaleza caida como ley del pecado y de la muerte

(Ro. 7:23-25).

                                                                          YO

SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
                                                                             

        Jn. 11 :25; Mt. 16 :18)

                 En Juan 11:25 nuestro amado Señor Jesús dijo de Sí mismo:

"Yo soy la resurrección y la vida". Cristo como la resurrección fue probado

por la muerte y conquistó la muerte, y Cristo como la vida permanece

inmutable y perdura para siempre.......En 2 Timoteo 1:10b.....dice: "Nuestro

Salvador Cristo Jesús....anuló la muerte y sacó a luz la vida y la

incorrupción por medio del evangelio". Cristo anuló la muerte, dejándola sin 

efecto, mediante Su muerte, con la cual destruyó al diablo (He. 2:14) y por

medio de Su resurrección, que sorbe la muerte (1 Co. 15:52-54). La vida

mencionada en 2 Timoteo 1:10 denota la vida eterna de Dios, la cual es dada a

todos los creyentes en Cristo y la cual es también el elemento principal de

la graccia divina que nos fue dada (Ro. 5:17, 21).
                 Después de referirse a Sí mismo como la resurrección y la

vida, Jesús dijo: "El que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo

aquel que viene y cree en Mí, no morirá eternamente" (Jn. 11:25-26). Esto

significa que nosotros podemos disfrutar a Cristo como la resurrección y la

vida creyendo en Él, es decir, recibiéndolo en nuestro espíritu como nuestro

Salvador, a fin de tener una unión orgánica con Él (1 Co. 6:17, 19).
                 Todos los que hemos recibido a Cristo Jesús como nuestro

Salvador participamos de Su vida eterna. Esta vida se esta constituyendo en

nosotros a través de: La regeneración, la santificación, la renovación, la

transformación, la conformación a su imagen e incluso la glorificación (Mt.

19:28; Tit. 3:5; Ro. 6:19, 22; Ro. 12:2; 1 Co. 15:51; 2 Co. 3:18;Fil.3:21;

Ro. 8:17, 30; Ga. 4:19; 1 Ts. 5:23).
                  La iglesia, como Cuerpo de cristo, no necesita buenas

doctrinas ni una buena teología ni maravillosas explicaciones. Lo que la

iglesia necesita es la vida, la vida de resurrección de Cristo. Únicamente la

vida de Cristo y aquello que procede de ella podrá prevalecer contra las

puertas del Hades. Cuando no vivimos por nuestra vida natural, sino por la

vida divina que está en nosotros (Gá.2:20; Fil.1:21), entonces estamos en

resurrección. El resultado es el Cuerpo de Cristo. La realidad de la vida

divina que está en nosotros es la resurrección, la cual es Cristo, el

Espíritu todo inclusivo, La Trinidad Divina. La única razón por la cual la

muerte no puede prevalecer sobre la iglesia es que ella está edificada sobre

Cristo, la Roca, la única Piedra Angular y el único fundamento. Quiera el

Señor tener misericordia de nosotros y nos guarde de tocar la muerte o de

traer muerte a la iglesia, el Cuerpo de Cristo.
                
                  Que Dios nos bendiga a todos nosotros, a nuestras familias

y a los hermanos con los que nos reunimos. Que nuestro querido Señor Jesús

nos de un espíritu de sabiduría y de revelación para conocer el deseo que hay

en Su corazón: Cristo y la Iglesia (Ef. 1:17-23; 3 :14-21), como pidió Pablo

a través de estas dos oraciones.

En Cristo Jesús, José Luis Bruña.




domingo, 27 de octubre de 2013

Obediencia

Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, los muchos
serán constituidos justos (Ro. 5:19).
       Aboliendo en Su carne la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,
haciendo la paz (Ef. 2:15).


       Hoy, la mayor parte de los creyentes conocemos muy bien Juan 1:1 y
3:16, pero desconocemos la profundidad de Efesios 2:15....Cuando la carne de
Cristo fue clavada, Cristo Jesús abolió la ley de los mandamientos expresados
en ordenanzas para crear en Sí mismo de los dos, judíos y gentiles, un solo y
nuevo hombre, haciendo la paz.
      
                                        ES MUY IMPORTANTE SABER QUE SOLO HAY
DOS HOMBRES EN EL UNIVERSO:
                                                  EL PRIMER, HOMBRE ADÁN, EL
SEGUNDO HOMBRE, CRISTO.


       1 Corintios 15:47 dice " El primer hombre es de la tierra, terrenal;
el segundo hombre es del cielo". El primer Adán  es el comienzo del viejo
hombre en la vieja creación; el postrer Adán (Cristo) es el final, el fin del
viejo hombre en la vieja creación y principio de la nueva creación. El primer
hombre, Adán incluye a todos sus descendientes, toda la humanidad, y el
segundo hombre, Cristo, abarca a todos Sus creyentes, la nueva creación.
Todos los creyentes fuimos incluidos por nacimiento en el primer hombre,
Adán, y por la regeneración hemos venido a formar parte del segundo hombre,
Cristo. Cuando creímos en Cristo Jesús, fuimos trasladados del primer hombre 
al segundo. Ahora, en Cristo, nuestra naturaleza no es terrenal; nuestra
naturaleza es celestial (2 P. 2:4)
        Necesitamos ver cuan importante y crucial es que Cristo Jesús
aboliera la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear de
los dos pueblo, Judíos y Gentiles, un solo y nuevo hombre. Somos muchos los
creyentes, mas un solo y nuevo hombre (Ef. 2:15). Esta es la revelación más
elevada en el libro de Efesios respecto a la iglesia. Cristo abolió las
ordenanzas, que separaban a ambos pueblos, en la cruz, a fin de producir  una
nueva creación, el nuevo hombre, con la esencia divina (Jn. 1:12-13; 2
P.2:4), una nueva entidad, un nuevo hombre corporativo.

         Necesitamos conocer apropiadamente el viejo hombre, si queremos ver
el nuevo hombre. Pablo nos dice que nos despojemos del viejo hombre, antes de
vestirnos del nuevo hombre (Ef. 4:22). Después de crear los cielos y la
tierra, Dios creó al hombre. Pocos han visto que el hombre creado por Dios no
fue individual sino que fue corporativo.  Génesis 1:26 habla del hombre en
singular y en plural: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre (singular) a
Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerzan (plural)
dominio............." Dios hizo un hombre corporativo. Cuando el hombre
corporativo que Dios creó fue dañado a causa de la caída, fue necesario que
Dios produjera un nuevo hombre. Para ello, Cristo no solamente tuvo que
eliminar el pecado, la naturaleza caída del hombre, a Satanás y al mundo,
sino que también tuvo que abolir las ordenanzas en la cruz (Ef. 2:15). Lo que
más impide que Dios obtenga el nuevo hombre, es las ordenanzas. Él abolió la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas para crear en Sí mismo de
los dos, judíos y gentiles, un solo y nuevo hombre.

           La iglesia como el nuevo hombre llega a ser el hombre que
satisface el deseo de Dios. Dios quería obtener un hombre; así que, en la
vieja creación Él creó una figura, un tipo de hombre, pero no creó al
verdadero hombre. El verdadero y nuevo hombre lo creó Cristo en la cruz por
medio de Su muerte toda-inclusiva. Este hombre es llamado el nuevo hombre
(Ef. 4:22). Este nuevo hombre no es natural, de la vieja creación; este nuevo
hombre procede de Dios y  participa de Su vida y Su naturaleza (Jn.1:12-13;
2P:2:4), siendo parte de la nueva creación. El hombre nuevo tiene como fin
expresar a Dios y representar Su autoridad (Gn.1:26). Para ello, el Señor, a
través de la regeneración y transformación va conformándonos a Su imagen y
semejanza (Jn.1:12-13; Ro. 8:29-30; 1 Co. 3:18), haciéndonos igual a Él en
vida y naturaleza, no en la deidad.
          Que Dios nos bendiga y nos de un espíritu de sabiduría y de
revelación.
          
          La fuente de esta porción de la palabra procede del ministerio y la
Biblia Versión Recobro con sus notas del Hermano Witness Lee.


En Cristo, José Luis Bruña.                                                        

miércoles, 23 de octubre de 2013

Con la Vida de Cristo

SOMOS CONSTITUIDOS CON LA VIDA DE CRISTO-JESÚS
                                                                             

     AL COMERLE Y BEBERLE
                                                              (Gn. 2:9; Jn.

6:33-63; Jn. 4:10, 14; 7:37; 1 Co. 12:13)

         La única manera de adorar al Padre es ser constituidos con la vida

de Su Hijo, al comerle y beberle, con el fin de llegar a ser su Cuerpo, con

Su vida y Su naturaleza (Jn.1:1; 2 P. 1:4).
          En Gánesis 2:9, Dios puso al hombre ante el árbol de la vida

(figura de Dios) para que comiera de El. No es cuestión de doctrinas,

seminarios, buenas obras ect.; es cuestión de comer y beber de Cristo. Esto

es hacer la voluntad del Padre.
           Muchos cristianos se asustan cuando se les habla de tener a Cristo

como nuestra comida y nuestra bebida espiritual. Bueno, veamos que nos dice

la Palabra al respecto. En Juan 6:33 nos dice: "Porque el pan de Dios es

Aquel que desciende del cielo y da vida al mundo"; en el v. 48 dice: "Yo soy

el pan de vida"; en el v. 50: "Este es el pan que desciende del cielo, para

que el que de él coma, no muera"; v. 51; "Yo soy el pan vivo que descendió

del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que Yo

le daré es Mi carne, la cual Yo daré por la vida del mundo". Asi

sucesivamente en los versículos 53, 54, 55, 56; terminando con el versículo

63, de suma importancia, que dice: "El Espíritu es el que da vida; la carne

para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son

vida".  Insisto, todo ello es real en la esfera celestial. El Señor Jesús nos

está diciendo que debemos comerlo en la Palabra. Debemos tocar el Espíritu de

la Palabra; ello es posible, cuando vamos a la palabra tocando n uestro

esíritu humano (1 Ts. 5:23) en oración. Cuando hacemos esto, tocamos el

corazón de Dios en la palabra, y somos alimentados, constituidos con Su vida,

para ser conformados a Su imagen y Su semejanza. Somos hechos igual a El en

vida y naturaleza, no en la deidad. (Jn. 1:1, 14; 2 P. 1:4; Ro. 8:29; 2 Co.

3:18; 1 Jn. 3:2; Gá. 4:19).
            Tocante a Cristo Jesús como nuestra bebida, debo insistir, que

estamos tocando un asunto en la esfera celestial; en ella no tiene cabida la

esfera física, síquica o psicólogica;  todo radica en una esfera celestial,

la cual sólo podemos tocar, entender y disfrutar en nuestros espíritu humano

(1 Ts. 5:23; Jn. 4: 23-24).
             En Juan 4:10, 14 dice Jesús: "...........si conocieras el don de

Dios y quién es el que te dice: Dame de beber; tu le habrías pedido y El te

habría dado agua de vida". " Mas el que beba del agua que Yo le daré será en

él un manantial de agua que salte para vida eterna". En Juan 7:37

dice:"..............si alguno tiene sed, venga a Mi y beba........" 1 Co.

12:13: ".................y a todos se nos dió a beber de un mismo Espíritu".

Apocalipsis 22:1 nos dice la palabra: "Y me mostró un rio  de agua de

vida......." continuando en el v. 17 del mismo capítulo diciendo: "Y el

Espíritu y la novia dicen: Ven, Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed,

Venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente".
             La Biblia nos habla de una persona Cristo Jesúis, Dios encarnado

(Jn.1:1, 14); después de Su muerte en la cruz, en resurrección se hizo el

Espíritu vificante(1 Co. 15:45).  Ahora esta persona está edificando Su

iglesia(Mt. 16:18), constituyéndonos con Su vida, al comerle y berle. No

podemos ni debemos convertir la vida de la iglesia en normas, regulaciones,

estatutos y doctrinas ; es cuestión de una Persona que se imparte como vida

en nosotros.
              Que la gracia de Dios esté con todos nosotros.

José Luis Bruña.

Revelacion de Jesus a Pablo

REVELACIÓN DE JESÚS

A PABLO, TODO LO CONCERNIENTE
                                                                             

  A SU PERSONA Y A SU CUERPO.
                                                                             

 (Ro. 1:1-2; Gá. 1:1, 11-12, 15-16)
      El Señor llamó a Pablo, como vaso escogido, para dar a conocer a los

gentiles, a través de sus epístolas, la persona de Jesús y la iglesia como Su

cuerpo. Sin las epístolas de Pablo no podríamos conocer al Cristo resucitado,

hecho el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45), ni la iglesia como cuerpo de

Cristo (Ef. 1:22-23). Tampoco podríamos conocer la manera y el elemento con

los cuales edificar Su cuerpo, Su novia , Su esposa; edificación que tendrá

su consumación en la Nueva jerusalén (Ap.21:2-3; 22:17).

       En cuanto a la redención, todo fue consumado (Jn. 19:30). El hombre no

tiene parte alguna en la redención. Solamente El estaba capacitado para

terminar la obra de Su muerte toda inclusiva, mediante la cual efectuó la

redención, puso fin a la vieja creación, y liberó Su vida de resurrección

para producir la nueva creación y así cumplir el propósito de Dios. Pero, en

cuanto al misterio de Dios, el cual es Cristo, y  el misterio de Cristo, el

cual es la iglesia, tuvo que usar a los apóstoles, especialmente Pablo, para

completar la palabra de Dios, al darnos una revelación completa de la

economía de Dios ( Col. 1:25).
       En Hechos  9.4-5, Pablo tuvo la tevelación de esta persona

maravillosa, Jesús y la relación que le unía con los creyentes, Su cuerpo.
En el versículo  cuatro El Señor Jesús  le dijo :".........Saulo, Saulo ¿ por

qué Me persigues?"; a la pregunta de Pablo respondió el Señor, en el v.5

".......¿Quién eres Señor? Yo soy jesús, a quién tú persigues". Se refiere a

una entidad corporativa que incluye a Jesús el Señor y a todos Sus creyentes.

Saulo pensaba que perseguía personas en la tierra. Le sorprendió muchísimo

que Jesús desde el cielo le dijera que le perseguía a El. Esta fue la más

grande revelación que hombre alguno pudiera recibir.  Jesús y Sus creyentes,

Su cuerpo, la iglesia, eran uno en vida y en naturaleza (Jn. 1:12-13; 2 P.

1:4).

                                                              CRECIMIENTO EN

VIDA PARA LA EDIFICACION DEL CUERPO DE CRISTO
                                                              (1 Co. 3: 18;

Ro. 8:29; Gá. 4:19; 1 Jn. 3:2; Fil.3:21; 1 Co. 15:51; Ro.12:2)

          Este proceso es muy largo; comienza con la regeneración y termina

con la glorificación o transfiguración de nuestro cuerpo. En estos dos puntos

no tenemos problema alguno , pues, la regeneración es instantanea (cuando

recibimos al Señor Jesús, como nuestro salvador) y la glorificación ocurre en

un abrir y cerrar de ojos (1 Co. 15:51-52). Las mejores escuela de la

cristiandad enseñan en cuanto a la regeneración y la glorificación. Ellos

piensan que una vez regenerados deben llevar una vida correcta con el fin de

ganar el cielo; gran error, al no darse cuenta que no puede haber

glorificación sin pasar por el largo túnel de la transformación  de nuestra

alma, nuestro yo natural. Este largo "túnel" , por el cual tenemos que pasar,

la transformación, es un proceso que dura toda nuestra vida. La

transformación no es más que el crecimiento en vida, es decir, permitir que

Cristo Jesús como el Espíritu vivificante (de vida), salga de nuestro

espíritu (1 Ts. 5:23) y se extienda en nuestra alma, constituyéndonos con Su

vida. Para que esto de lugar debemos comer y beber del Señor, esta es la

palabra pura (Jn. 6:33-65; 4:10-14; 7:37; Ap. 22:1, 17).
         Si teneis la Biblia Versión Recobro, disfrutar las notas de todos

estos versículos, especialmente en 1 Co.  3:18. Cuando a cara descubierta

miramos y reflejamos la gloria del Señor, El nos infunde los elementos de lo

que Él es  y ha hecho. De esta manera estamos siendo transformados

metabólicamente a Su imagen, principalmente por la renovación de nuestra

mente (Ro. 12:2). Mirar cara a cara al Señor es volver nuestro corazón a Él.

Debemos tener un corazón tierno, para ser impresionados por la hermosura del

Señor; un corazón puro, que le mire sólo a El y no sea atraido por nada que

no se Él: "Bienabenturados lo de corazón puro porque ellos verán a Dios"(Mt.

5:8); un corazón de amor y un corazón de paz, sin una conciencia de ofensa

hacia Dios y hacia los hombres. Nada de esto podemos hacer en nuestro hombre

natural; pero Jesús como vida en nosotros, Él si puede hacerlo y lo esta

haciendo. Este mensaje tiene como fuente la Biblia Versión Recobro y notas

del Hermano Witness Lee.
          Que el Señor nos cubra con Su gracia.

José Luis Bruña.

Comunion con la Trinidad

 LA COMUNIÓN CON LA TRINIDAD DIVINA SEGÚN:
                                                                             

                 (1 Jn. 1:1-3, 6-7)

               "Lo que era desde el principio, lo que hemos oido, lo que

hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras

manos tocante al Verbo de vida............lo que hemos visto y oido, os

anunciamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con

nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con Su Hijo

Jesucristo.........pero si andamos en luz, como El está en luz, tenemos

comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, Su Hijo, nos limpia de todo

pecado" 1 Jn. 1:1-3, 6-7.
                 Uno habla con hermanos en el Señor y, es muy triste la poca

comunión que esiste entre ellos; pero es aún más triste constatar el

desconocimiento que, muchos de ellos, tiene respecto  a lo que es la

comunión.
                  ¿Podría vivir el cuerpo humano, compuesto de muchos

miembros, sin el circular de la sangre?...... ¡ Cuán imprescindible es la

comunión!
                  Comunión, en griego, significa  participación mutua, común

participación en dónde uno aparta los intereses privados para unirse a otros

en un beneficio común; este es el caso de la comunión del cuerpo de Cristo

(Su Iglesia), Jn. 1:12-13. Esta comunión es con el Padre, y con Su Hijo

Jesucristo, junto con todos los hermanos, miembros de Su cuerpo.
                  La comunión, es el producto de la Vida eterna, y en

realidad es el fluir de la Vida eterna dentro y a través de todos los

creyentes; todos los nacidos de nuevo que han sido engendrados de Dios, para

ser Sus hijos y participar de Su vida y de Su naturaleza, Jn.1:12-13; 2 P.

1:4. Esta comunión divina es la realidad del vivir del cuepo de Cristo.
                   En la comunión de la Vida eterna, nosotros los creyentes,

tenemos parte y disfrute en todo lo que el Padre y el Hijo son  y en todo lo

que han hecho a nuestro favor; es decir, disfrutamos del amor del Padre y la

gracia del Hijo por el dispensar del Espíritu. 1 Co. 3:14. Solamente en la

comunión de los santos es edificado el cuerpo de Cristo. Esta comunión  no es

en nuestro hombre natural (la vieja creación), este no tiene parte alguna en

esta comunión; es en el espíritu humano(nuestro hombre interior, la nueva

creación) dónde da lugar la comunión, Zac. 12:1; 1 Ts. 5:23.
                    En esta comunión divina recibimos y participamos de la

Trinidad divina, lo que hace que  Dios y nosostros lleguemos a ser uno (1 Co.

15:45; 1 Co. 6:17)  en vida y naturaleza, nunca en la deidad. Esto es lo que

desea y pedía el Señor en Su oración del capítulo 17 de Juan: " Para que

ellos sea uno, así como Nosotros somos uno" (v.22b).
                    Que el Señor nos bendiga y nos revele la importacia de la

comunión divina en Su cuerpo.
                     La fuente de esta comunión procede de la Biblia Versión

recobro y notas del Hermano Witness Lee.

Jose Lui Bruña.

Experimentando a Cristo

Hermanos en Cristo Jesús:
          Últimamente he disfrutado, en gran manera, al profundizar en las

epístolas de Gálatas, Efesios. Filipenses y Colosenses (corazón de la

revelación divina). He tomado como referencia la Biblia Versión Recobro y las

notas del hermano Witness Lee, lo que me ha dado una visión más completa de

esta epístolas.
           El tema de Gálatas es Cristo, y el de Filipenses es de como

experimentar a Cristo. Efesios nos da a conocer la iglesia como Cuerpo de

Cristo, y Colosenses nos presenta a Cristo como la cabeza del Cuerpo.
           Si queremos comprender y ser constituidos de Cristo como nuestra

vida, necesitamos introducirnos en toda la Biblia, especialmente el Nuevo

Testamento, y muy en especial en las cuatro epístolas mencionadas

anteriormente. No le daremos la suficiente importancia a su contenido, si

desconocemos la linea central de la revelación divina, la Biblia. ¿Porque

digo esto? Bueno, en mi comunión con los muchos hermanos que visito, la

visión que tienen de la economía de Dios es inadecuada, muy pobre; toman como

meta la regeneración para llegar a la glorificación y ganar el cielo. No es

culpa de ellos, es la enseñanza que han recibido. No se dan cuenta de que

entre la regeneración y la redención de nuestro cuerpo (glorificación) hay un

largo tunel que transitar: La transformacion, santificación y conformacción

(2Co. 3:18; Fil. 3:21; 1Co. 15:51; Gá. 4:19; 1 Jn. 3:2; 1 Ts. 5:23; Jn.

17:17, 19; Ef. 5:26; Ro. 8:29-30). Este proceso dura toda la vida; para esto

es necesario  Comer y beber a Cristo, momento a momento  (Jn. 6:35-59; 4:10,

14; 7:37-39; Ap. 22:1, 17), para ser constituidos de Él.
           ¿ Cual es la linea principal de la revelación divina, la Biblia?

Genesis 1:26  dice: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a Nuestra imagen,

conforme a nuestra semejanza y ejerzan dominio sobre...................."

Imagen se refiere al ser interno de Dios, la esencia interna de Sus

atributos. La semejanza, se refiere a la forma de Dios (Fil.2:6), la

expresión externa de la esencia y naturaleza de Su persona. Todos los otros

seres vivos fueron creados según su especie, sólo el hombre fue creado según

la especie de Dios, para vivir en una unión orgánica (Jn. 15:5; Ro. 6:5;

11:17-24; 1 Co. 6:17; 2 P 1:4).
            El hombre fue creado para ser la expresión de Dios y para que Le

representara al tener dominio, autoridad sobre toda la creación. Pero el

hombre desobedeció, se reveló contra Dios. El hombre fue creado con espíritu,

alma y cuerpo (Za. 12:1; 1 Ts. 5:23), pero aún no tenía la vida de Dios, por

ello lo puso ante el árbol de la vida, símbolo de Dios, para que Le tomara

como vida (Gn.2:9, 16-17); en lugar de ello el hombre comió del árbol del

conocimiento del bien y del mal, símbolo de Satanás, revelándose contra Dios.

Debido a que el hombre comión del árbol del conocimiento del bien y del mal,

Satanás entro en el cuerpo del hombre y se convirtió en pecado dentro de el

(Ro. 7:8, 11, 17, 20). Así el cuerpo humano, que había ssido creado puro y

sin pecado, se constituyó convirtiéndose en la carne de pecado. Por ello el

hombre fue apartado de Dios, perdiendo su expresión y Su representación, Su

autoridad (Gn.3:1-7); es decir, El fin por lo que había creado al hombre.
                Hemos visto el principio de la linea central de la revelación

 divina en la economía de Dios; esta linea discurre a través de toda la

Biblia en sombras y figuras, hasta la venida de Cristo Jesus ( Dios hecho

hombre), con el fin de restaurar todo lo que se perdió en Génesis, a través

de Su vivir humano, muerte en la cruz y Su resurrección, llegando a ser el

Espíritu vivificante (1 Co. 15:45), para dispensarse en el hombre y ser uno

con el (1Co.6:17). Luego, a través de Su vida en nosotros (Gá. 2:20),

realizar el proceso de Regeneración, transformación santificación y

glorificación para recuperar al hombre y a la creación; es decir recobrar lo

que se había perdido en Génesis.
                  La regeneración es el primer paso del proceso........Es

terrible pensar que somos regenerados solamente para ir al cielo. De ahí la

poca o nula importacia que le damos a la edificación del cuerpo de Cristo (

Ef. 1:22-23; 4:1-16), guardando la unidad del Espíritu.
                   En Ef. 4:1 Pablo dice: "Yo pues, preso en el Señor, os

ruego........." En el v. 2 dice "..........soportándose los unos a los otros

en amor". "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la

paz" v.3. En el v.4 dice:"un Cuerpo, y un Espíritu..........." "un Señor, una

fe, un bautismo, un Dios y padre de todos, el cual es sobre todos, y por

todos, y en todos" vs. 5 y 6. Debemos pedir al Señor Jesús, con gemidos, para

que estos seis versículos penetren en nuestro corazón profundamente; y de

esta manera derribar todos los intereses privados, muros, diferencias y

doctrinas que nos separan para ser edificados como un sólo Cuerpo de Cristo.

El Señor desea hacer esto pero nosotros no le dejamos hacer. Solamente cuando

volvamos al principio de la iglesia descrita en 1 Co. 1:2, Le será posible al

Señor cumplir el deseo de Su corazón; el misterio escondido desde las edades,

y dado a conocer por medio de los Apóstoles y Profetas. No hay otra forma.

Para ello, el v. 11 dice:"y El mismo constituyó a unos como apóstoles, a

otros como profetas.................", "a fin de perfeccionar a los santos

para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo"v. 12,

"hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo

de Dios........para que ya no seamos niños flutuantes.........sino que

siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la Cabeza,

esto es, Cristo" vs. 13, 14 y 15, terminando con el v. 16 diciendo: "de quien

todo el Cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las conyunturass

que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe

su crecimiento para ir edificándose en amor".
                      Que más podemos decir, si esto no nos impresiona para

abrirle nuestro corazón al Señor y consagrarnos a Él Ro. 12:1-2, para que

realmente todos los hijos de Dios seamos uno (Jn. 17:21-22), derribando todo

lo que cause separación entre nosotros. Alguno me dirá que eso no es posible,

que el Señor lo hará cuando regrese; no, Él regresa a por Su novia sin mancha

y sin arruga. Para nosotros no es posible, pero si para Dios si realmente nos

consagramos a Él y, como dice Pablo en Filipenses capítulo 1:21 :"Porque para

mi el vivir es Cristo, y el morir es ganancia".
                      Hermanos, la regeneración es el principio de un  largo

proceso, y este proceso debe ser conocido por todos nuestros  hermanos. Pablo

hizo dos oraciones totalmente cargado con este asunto (Ef. 1:17-23; 3:14-19),

pidiendo un espíritu de sabiduría y de revelación en pleno conicimiento de

El. La fuente de esta porción es la Biblia Versión Recobro y notas del Hno.

Witness Lee.
                       Que el Señor  nos bendiga dándonos un espíritu de

sabiduría y de revelación.

Jose Luis bruña

domingo, 13 de octubre de 2013

Plan de Dios en el Eden

PORCION DEL MINISTERIO DE WITNESS LEE QUE HE DISFRUTADDO ESTA SEMANA.

          "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielo, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra". Y creó Dios al hombre a Su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y henbra los creó" (Gn. 1:26-27).
           La imagen de de Dios se refiere al ser interno de Dios, Su atributos, entre los que destacan el amor (1 Jn.4:8), la Justicia (Jer. 23:6, la santidad (Ap. 4:8) y la Luz (Jn. 1:5). La semejanza de Dios, se refiere a la forma de Dios (Fil. 2:10), es decir, es la expresión  externa de la esencia y naturaleza de la persona de Dios. El Hijo de Dios en Su encarnación, como la corporificación de Dios, es la expresión máxima de la imagen del Dios invisible, la expresión máxima de la esencia de los atributos de Dios(Col.2:9; 1:15; He. 1:3).
            El hombre fue creado con un espíritu, alma y cuerpo (Za. 12:1; 1 Ts. 5:23). Fue creado a la imagen y sememejanza de Dios  a fin de que, el pudiera recibir Su vida y Su naturaleza, y de esta manera llegara a ser Su expresión, la manifestación externa de los atributos de Dios a través de las virtudes humanas del hombre (Ef. 3:17; Jn. 3:16; 1 P. 1:4; 2 Co. 3:18).
             El plan que Dios tenía al crear al hombre en Génesis, tenía como fin que este le expresara y representara Su autoridad dobre toda la tierra (Gn. 1:28). Con este fin puso al hombre ante el árbol de la vida, figura de Dios, para que Lo tomara como vida(Gn. 2:9, 16-17). En lugar de obedecer a Dios, el hombre se reveló contra El al tomar del árbol del conocimiento del bien y del mal, figura de Satanás, y el plan de Dios , Su economía,  no pudo llevarse a cabo en Génesis.
              Hoy Dios, mediante la muerte y resurrección de Cristo, está recobrando al hombre caido a la posición que tenía  en Génesis (Ro. 8:28-29). Según Filipenses 2:6-8, Cristo, en Su encarnación tomó la naturaleza humana y se hizo hombre, para que el  hombre pudiese contener la vida eterna de Dios, la vida divina (1 P. 1:3; 1 Jn. 5:11-12), y mediante esta vida sea transformado y conformado a la imagen de Cristo Jesús internamente (Fil.3:21), haciéndonos igual a El en vida y naturaleza, no en la deidad (1 Jn.3:2).  De esta manera podremos expresar a Dios , cumplimiento  Su economía, el fin por el cual el hombre fue creado (Ef.3:21).
              Que Dios nos bendiga y nos de un espíritu de sabiduria y de revelacción.
               Versículos y notas de la Biblia Versión Recobro del hermano Witness Lee.

Hno. en Cristo Jose Luis Bruña

Reseña en la Creacion

Gn. 2:22. De la costilla que Jehová Dios había tomado del hombre, edificó una mujer y la trajo al hombre.
Ef. 5:25-27. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella, para santificarla, purificándola  por el lavamiento del agua en la palabra, a fin de presentársela a Sí mismo, una iglesia gloriosa.......

                         HOY HE PODIDO DISFRUTAR ESTA PORCIÓN DEL MINISTERIO DEL HERMANO WITNESS LEE, APRECIANDO AÚN MÁS 
                         A CRISTO Y SU CUERPO LA IGLESIA.

            A fin  de producir Su complemento, Dios primero se hizo hombre (Jn. 1:14), como lo tipifica el que Dios crease a Adán (Ro. 5:14). El profundo sueño en que cayó Adán para producir a Eva, su esposa, tipifica la muerte de Cristo en la cruz a fin de producir a Eva la iglesia como Su complemento (Ef. 5:25-27). Mediante la muerte de Cristo, la vida divina que estaba en Él fue liberada y mediante Su resurrección, esta vida fue impartida a Sus creyentes para constituir la iglesia (Jn. 19:34). Dos  sustancias salieron del costado abierto del Señor: sangre y agua. La sangre efectúa la redención y así quita los pecados (Jn.1:29; He. 9:22) para comprar Su iglesia (Hch 20:28). El agua imparte vida y así acaba con la muerte (Jn. 12:24; 3:14-15 para producir la iglesia (Ef. 5:29-30). El costado abierto de Señor fue tipificado por el costado abierto de Adán , del cual Eva fue edificada (Gn. 2:21-23). La sangre fue tipificada por la sangre del cordero de la Pascua (Ex. 12:7, 22: 1 Co. 10:4). La sangre formó una fuente para la purificación del pecado (Zac. 13:1), y el agua llegó a ser la fuente de la vida (Sal. 36:9; Ap. 21:6). Mediante este proceso Dios en Cristo fue forjado en el hombre con Su vida y naturaleza 12-13; 2 P. 1:4), a fin de que este sea igual a Dios en vida y naturaleza, no en Su deidad, para corresponderle como Su complemento (Gn. 2:21).
             La costilla extraída del costado abierto de Adán tipifica la inquebrantable en indestructible vida eterna de Cristo (He. 7:16), la cual brotó de Su costado herido (Jn. 19:34) para impartir vida a Sus creyentes a fin de que la iglesia sea producida y edificada como Su complemento.
              Así como Eva fue tomada de Adán y retorno a él para ser una sola carne con él (Gn. 2:24), la iglesia también procede de Cristo y retornará a Él (Ef. 5:27; Ap. 19:7), para ser un solo espíritu con Él (! Co. 6:17; Gn 2:22).

              La fuente: Versión Biblia del Recobro y notas del hermano Witness Lee.
              Que Dios nos bendiga dándonos un espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Cristo y Su cuerpo, la iglesia.

En Cristo, José Luis Bruña

Disfrute del Señor en su palabra

UN PEQUEÑO DISFRUTE DEL SEÑOR JESÚS EN LA PALABRA

          Entonces dijo Dios: hagamos al hombre  a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra y sobre todo lo que se arrastra sobre la tierra (Gn. 1:26).
          Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificar y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgarla, y señoread en los peces del mar, en la aves de los cielos, y y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra ((Gn. 1:28).

           Cada nuevo día doy gracias al Señor por tanta  misericordia que ha tenido y está teniendo conmigo. He leído la Biblia durante cincuenta años, todos los días. Pero solamente, cuando conocí el ministerio de los hermanos Watchman Nee y Witness Lee, hace 32 años, pude entender lo que es disfrutar la palabra del Señor , no la letra negra, me refiero a el Espíritu de la palabra; tocar el corazón de Dios en Su palabra a través de comer y beber de El en la Palabra, con un espíritu de oración (Jn. 6:35, 48, 50-58,63; 7.37-39; 4:10-11, 13-14; Ap. 22:1, 17).

            Gn. 1:26, 28 vemos tres palabras claves: Imagen, dominio y Sojuzgarla. Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza. La imagen es lo interno de Dios, Sus atributos, y Su semejanza es la expresión de Sus atributos a través de las virtudes humanas. Es decir, Dios hizo al hombre igual a El en vida y naturaleza, no en Su deidad (Jn.12-13; 2 P. 1:4; Ro.8:29), con el fin de que Lo expresa, ejerciera dominio, autoridad sobre toda la tierra y la sojuzgase.
            La intención de Dios al otorgar dominio al hombre es (1) subyugar a Su enemigo, Satanás, que se rebeló contra Dios; (2) recobrar la tierra para Sí, la cual ha sido usurpada por Satanás; y (3) que la autoridad de Dios fuese ejercida sobre la tierra a fin de que el reino de Dios venga a la tierra, la voluntad de Dios se cumpla en la tierra y la gloria de Dios se manifieste  aquí en la tierra.
            El Señor Jesús no ha regresa aún a la tierra debido a que ésta se encuentra bajo la usurpación de Satanás. Esta es la razón por la cual Dios necesita Su iglesia. La iglesia debe pelear la batalla con el fin de recobrar la tierra. Dios es el Creador Todopoderoso, pero El no quiere regir la tierra por Sí mismo directamente. Por esta razón, le dio dominio al hombre corporativo, Su iglesia, para todas las cosas que están en la tierra estén bajo su regir, su domino.
             Dios desea que Su reino venga a la tierra y que Su voluntad se cumpla en la tierra (Mt. 6:10). La oración que el Señor Jesús estableció no es para repetirla como una grabación. A través de la oración tocamos el corazón del Señor y somos uno con El (1 Co. 15:45; 2 C. 3:17; 1 Co. 6:17). El Señor dijo: "Santificado sea Tu nombre. Venga Tu reino". El quiere establecer Su reino en la tierra. La oración continúa: "Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra". En los cielos la voluntad de Dios se cumple; sin embargo, en la tierra existen muchos obstáculos que impiden que se cumpla la voluntad de Dios. Esta Oración la hacemos en nuestro espíritu (1 Ts. 5:23) en donde somos uno con el Señor. Esto hace que la oración proceda de los lugares celestiales, en Cristo (Ef.2:6).
             En el milenio la tierra será el reino de Dios (Ap. 11:15). Entonces El recuperará la tierra. En la eternidad la morada de Dios bajará de los cielos a la tierra nueva (Ap.21:1-5). Esto es lo que nos rebela la Palabra pura, la Biblia.
             Que Dios nos bendiga y nos de un espíritu de sabiduría y de rebelación.
             La fuente  de esta porción de la palabra procede de la Biblia Versión Recobro y notas del  Hermano Witness Lee.

Jose Luis Bruña