lunes, 2 de noviembre de 2009

Amor Incomparable

Hoy como los anteriores días me he despertado, y he sentido el aire fresco de la mañana, con el suave brillo del sol entrando por las ventanas de mi casa, detenidamente pienso… ¡realmente DIOS me ama! porque de lo contrario no me hubiera dado nuevamente este maravilloso sol alumbrando su creación y este incomparable aire, que nos manifiesta sencillamente “el verdadero Amor de Dios”. Muchas veces en nuestras vidas nos acostumbramos a ver y sentir lo que por naturaleza nuestro padre a dejado para nosotros, pero no lo apreciamos como es, pues todo lo que nos rodea (creaciones de Dios) manifiesta el “Amor de Dios”, en la palabra encontramos en muchos versículos el significado de esta palabra, pues en ella el nos dice “Dios es Amor”, “El incomparable Amor de Dios”, etc.

Veamos pues la palabra nos dice: “La preeminencia del Amor”, en 1ª. Cor. 13:01 en adelante: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo “Amor”, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, “Nada Soy”.

Analicemos que sin el Amor “Nada Somos”, ¿pero que tipo de Amor es el que nuestro padre habla aquí?

Leamos: “El Amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de “la verdad”, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el Amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabaran, y cesaran las lenguas, y la ciencia acabara. (1ª. Cor. 13:4 al 8)

De tal manera que la descripción anterior es clara, no es el Amor que tiene envida, ni el que tiene odio, menos que es incrédulo, pues el verdadero Amor de Dios manifestado en sus hijos (nosotros) todo lo cree, ahora yo se porque todo me lo creo. Tratemos de manifestar estas características en nuestra vida diaria hermanos, y veremos bendiciones de Dios en nuestras vidas. Que Dios les bendiga.

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“Manuel V. Roma”©

domingo, 25 de octubre de 2009

Derechos o Misericordia


 

Una de las evidencias más claras de que Dios ya no es el objetivo principal del ser humano se manifiesta en la exigencia de parte del hombre de sus derechos, pues el Señor no los avala como tales. Dicho de una forma diferente, Dios en su justicia no actúa como resultado del reclamo del hombre a favor de sus derechos, porque Dios fue, es y será fiel cumplidor de su Palabra, la cual no da opción a reclamos, porque el no falla; según leemos en su Palabra: "y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos… (Ef. 3:20). En otras palabras, Dios no da solamente lo que corresponde, sino hasta más de la cuenta, por lo tanto se debe agradecer en lugar de reclamar. Con todo, alguien puede pensar que esto es cierto; pero sus hechos dicen lo contrario.

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"Expresión Doctrinal Ágape"

Claras evidencias

En este tiempo que nos ha tocado vivir, vemos como los valores espirituales han perdido lamentablemente su calidad e interés, pues el hombre prefiere obtener beneficios por medio del reclamo de sus derechos. Así se enseña en todas partes, y todo mundo coadyuva para su realización; desde la escuela más sencilla, no digamos la universidad, los medios de comunicación –principal aliado y defensor del sistema-, y tenemos que tomar en cuenta algo más: la religión. Ahora pregonan y oran a Dios reclamando que se cumpla su Palabra –por los beneficios, por supuesto- porque dicen que Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta, o sea, exigen sus derechos como "Hijos de Dios". ¿Hasta donde se ha llegado? Pero la idea de protestar no se origino en la Tierra sino en el cielo, donde un querubín –el protector- no contento con lo que tenia se lleno de maldad, según leemos: "Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojare por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti" (Ez. 28:17). El querubín abandono su condición de humildad, por lo tanto ya no pudo ocupar mas el lugar que Dios le dio. Estaba en la presencia de Dios; pero a causa de ver sus capacidades, inteligencia, etc. Dejo su dignidad, se lleno de maldad y reclamo un lugar. Luego, el mismo perdió su lugar y empezó a llenar su corazón de resentimientos, y así le enseño a todos los que le rodeaban.

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"Expresión Doctrinal Agape"©

martes, 20 de octubre de 2009

¿Que tiene valor para Dios?

"Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio" (Sal. 51:04). El reconocimiento de mi condición delante de Dios le da valor a la relación entre el y no. David, siendo el rey de una gran nación, lo tenia todo; pero ello no le llevo a actuar con prepotencia sino "reconocía lo Justo" que es de Dios y lo malo que era el. Precisamente esto es ser humilde, lo cual le agrada a Dios; según leemos: "Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciaras tu, ho Dios… entonces te agradaran los sacrificios de justicia… (Sal. 51:17, 19). A Dios le agrada como principal sacrificio (ofrenda) el reconocimiento de su justicia, o sea: debo ver el trato de Dios para mi vida como algo justo y merecido. Además, tener una actitud verdadera de humillación mueve a Dios a aplicar su misericordia. Este es el camino espiritual que Dios nos muestra y que la iglesia debe enseñar a todo aquel que en el cree, para que no se pierda sino que tenga vida eterna. Dios no despreciara a quien así se conduzca.

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"Expresión Doctrinal Ágape"©

lunes, 19 de octubre de 2009

¿Como buscar la ayuda de Dios?

"Ten misericordia de mi, ho Dios, ten misericordia de mi; porque en ti ha confiado mi alma y en la sombra de tus alas me amparare hasta que pasen los quebrantos. Clamare al Dios altísimo, al Dios que me favorece" (Sal. 57:01-02)

La virtud de clamar y no reclamar esta muy lejos del hombre, por ello Dios ya no se le manifiesta. Si tan solo buscara a Dios, alcanzaría sus favores y, por consiguiente, ya no habría necesidad de medicina –"yo soy Jehová tu sanador". Cada vez la vida en esta Tierra se esta volviendo mas difícil, en medio de un mundo inconforme que prefiere la violencia, quitarle las cosas a su prójimo, rebelarse, luchar por sus supuestos derechos, ¡todo esto es un caos! ¿Por qué no reconocer la soberanía de Dios y estar contentos con ello? El verdadero acto de orar no es estar pidiéndole cosas a Dios, y algunos hasta lo hacen insolentemente, en busca de beneficios personales. Orar es buscar la armonía con Dios, según leemos: "Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía" (Sal. 133:01). ¿Busca usted la armonía con Dios?, ¿Le reclama?, ¿Ve lo justo que Dios ha sido con el trato que le da?, ¿le ha dado gracias porque ha recibido mas de lo que realmente merece? Si es así, usted esta viendo la misericordia de Dios en su vida y ya no hay reclamos. Que Dios les bendiga.

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"Ministerio Doctrinal Ágape"©