jueves, 9 de enero de 2014

El Arbol de la Vida

EL ÁRBOL DE LA VIDA Y EL ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL Vimos ya que la Biblia empieza con dos árboles, el árbol de la vida, que produce vida, y el árbol del conocimiento,que produce conocimiento. No obstante, el conocimiento es un pretexto, pues en realidad el árbol del conocimiento es el árbol de la muerte y produce muerte(Gn.2:7). Por tanto, desde el principio de la Biblia vemos dos líneas que continúan en toda la Biblia. La primera es la línea de la vida, la cual empieza con el árbol de la vida y continúa a través de las Escrituras hasta su final en la Nueva Jerusalén, donde vemos también el árbol de la vida (Ap. 22:1-2, 14). La segunda línea es la línea del conocimiento, la cual empieza con el árbol del conocimiento(Gn.2:17) y continúa en las Escrituras hasta su fin en el lago de fuego(Ap. 20:10, 14) LA LINEA DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL "Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer libremente, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás; porque el día en que comas de él, ciertamente morirás (Gn. 2:16-17). El primer mandamiento que dio Dios al hombre se relacionó con lo que este come, no con lo que hace. Comer es crucial para el hombre; es cuestión de vida o muerte. Lo que el hombre llegue a ser delante de Dios y su destino final, dependerá por completo de lo que coma. Si come del árbol de la vida, recibirá a Dios como vida y cumplirá el propósito de Dios; si come del árbol del conocimiento, recibirá a Satanás como muerte dependiendo totalmente de el, alejándote del propósito de Dios. El principio del árbol de la vida hace al hombre dependiente de Dios(Jn.15:5), mientras que el árbol del conocimiento hace que el hombre se rebele contra Dios y sea independiente de Él(Gn.3:5). ¿Dónde estamos nosotros y a dónde vamos? ¿En cual linea nos encontramos? Nosotros los redimidos estamos en la linea correcta, la linea de la vida (Jn. 1:12-13; 2 P.1:4; 1 Jn.5:11-13). Cuando somos salvos, somos salvos para siempre, y nuestra salvación está asegurada por la eternidad. No obstante, la Biblia nos amonesta en cuanto a nuestro andar cotidiano y nuestra labor para el señor. Como hijos nacidos de Dios, somos el cuerpo de Cristo (1:22-23), Su iglesia. Por otro lado El Señor Jesús está edificando Su iglesia, la cual es Su cuerpo (Mt.16:18). El Señor edifica Su iglesia al constituirse como vida en cada uno de Sus miembros del cuerpo, siendo transformados por Su vida (Ro.8:29-30; 2 Co. 3:18; Fil.3:21; 1 Co.15:51; Ga.4:19; 1 Jn.3:2). Para que esto sea posible debemos comer del árbol de la vida y beber del río de agua viva, Cristo Jesús(Jn.4:14, 7:37-38; Ap. 22:1, 17; Jn.6:47-58, 63) ¿Qué es la iglesia? La iglesia es parte de Cristo; no es nada menos que Cristo mismo. La iglesia es el elemento de Cristo que hay en los creyentes. Cuando se añade este elemento, que está en tantos creyentes, el resultado es la iglesia. La iglesia es la totalidad del Cristo que está en todos Sus creyentes. A pesar de ser regenerados(Jn.1:12-13; 1 P.1:23), en realidad no somos miembros del Cuerpo de Cristo si vivimos y actuamos conforme a nuestra disposición natural. Cuando nos conducimos conforme a nuestra disposición natural podemos ser estadounidenses, judíos o chinos típicos, pero en efecto no somos miembros de Cristo. En realidad, ¿qué es un miembro de Cristo? Es una persona producida por el elemento de Cristo, quien es el Espíritu vivificante y está en el espíritu de la persona(1 Co.15:45; Jn.20:22; 1 Co. 6:17). Cristo como Espíritu vivificante mora en Sus creyentes. Cuando se añade el Cristo que está en los creyentes, la suma equivale a la iglesia. Por consiguiente, todos debemos despojarnos de nuestro viejo hombre. Debemos desechar toda la vida natural de tal manera que el Cristo vivo sea expresado desde nuestro espíritu( 1 Ts.5:23; Ga. 2:20; Fil 1:21; Ga. 5:16, 6:7-8). Entonces seremos verdaderamente la iglesia. En la iglesia, en el nuevo hombre, no hay griego, ni judío, ni bárbaro, sino que Cristo lo es todo en todos (Col. 3:11). Expresar algo que no sea Cristo no es la iglesia. “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gá. 2:20). “Para mí el vivir es Cristo” (Fil. 1:21). ¡Esta es la iglesia! ¡Esto es ahora hueso de Sus huesos! Todo lo que sale de la vida natural del hombre, como por ejemplo las organizaciones humanas y toda clase de actividad humana, predominantes en el cristianismo, no constituye la iglesia y tampoco puede ser el complemento de Cristo, pues no está a la par de El. En figura, estas cosas no deben considerarse como Eva, sino como todas las demás cosas a las que Adán puso nombre.Sólo lo que procede de Cristo puede ser reconocido por El. Sólo lo que proviene de Cristo puede regresar a El y corresponder a El. Sólo lo que procede de la vida de resurrección de Cristo puede ser Su complemento, el Cuerpo de Cristo. Sólo lo que procede de Cristo y que es Cristo mismo puede ser uno con El.En la tipología, Adán y Eva llegaron a ser una sola carne (Gn. 2:23-24). En la realidad, Cristo y la iglesia son un solo espíritu, porque todo el que se une al Señor es un sólo espíritu con El (1 Co. 6:17). En figura, todos los que creen en Cristo son “miembros de Su Cuerpo”. La unión matrimonial entre marido y mujer es un gran misterio “respecto de Cristo y de la iglesia” (Ef. 5:29-32). Que Dios nos bendiga dándonos un espíritu de sabiduría y de revelación respecto a Cristo y Su iglesia. En Cristo José Luis Bruña Nota. La fuente de esta porción de la palabra procede del ministerio de los hermanos Watchman Nee y Witness Lee. Los versículos y sus notas corresponden a la Biblia Versión Recobro del hermano Witness Lee

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