miércoles, 15 de julio de 2009

Siempre han querido unirse

La tendencia de la humanidad a unirse es casi instintiva. Debemos de recordar que quien disperso a las razas en toda la tierra fue Dios, asignándoles idiomas a cada una de ellas, lo cual mantendría esta separación. Léase: "tenia entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras…y se dijeron unos a otros: vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. Y dijeron: vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra… y dijo Jehová: he aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer (Gen. 11:01, 3,-4. 6). Bajo el concepto de "la torre de Babel", los hombres hicieron el primer intento de unidad; al igual hoy están eliminando toda idea de Dios y oponiéndose a el. Hay algo que siempre debemos mantener presente: el mantener a los hombres dispersos en toda la Tierra es parte del castigo con que Dios guzgo a Adán y Eva luego que estos pecaran contra el, lo cual quiere decir que Dios si es amante de la unidad, de la justicia y el derecho. Sin embargo, los hombres debieron aceptar su castigo y buscar el retorno al paraíso por las vías del arrepentimiento y la obediencia a sus leyes. Fue el diablo quien en too tiempo les estuvo enseñando a transgredir las leyes de Dios, así como lo hace hoy, pues al igual que antes los hombres sueñan con una unidad en donde no exista Dios ni sus leyes, sino solamente los "Derechos Humanos". Es esta, pues, la razón por la cual esta unidad Babilónica es adversa a Dios y a su Santa Palabra.

Texto por

"Expresión Doctrinal Ágape"©

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