En un momento especial en nuestra vida, nos podemos preguntar…
¿Qué mensaje nos transmite la poderosa voz de la profundidad del vasto océano?
Cualquier cosa puede ser valiosa para nosotros, desde el punto de vista de DIOS, en la medida en que le conocemos a través de ella. Las tremendas ondas que el vasto berilo verde arroja a través de la costa deletrean una palabra: PLENITUD, La plenitud de DIOS. El es completo y no le hace falta nada más que su Iglesia, que somos nosotros, que complementamos su plan Divino. Vemos en el Árbol de Olivo que crece en la costa. ¿No somos llamados Arboles de Justicia? Así que, este árbol es una miniatura de la Plenitud de DIOS. En la medida que el olivo experimenta la plenitud de vida de la humedad a su alrededor, crece. De igual manera como arboles de Dios, podemos crecer únicamente en la medida que tengamos su plenitud dentro de nuestras propias vidas. Decimos con David, "yo estoy como oliva verde en la casa de Dios". Salmo 52:08
El árbol de nuestra vida debe estar… "arraigado y fundado en AMOR, podáis comprender con todos los santos, cual sea la anchura, la longura, la profundidad y la altura, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de DIOS, para que seáis llenos de toda la PLENITUD de DIOS". Efesios 3:17 al 19.
Text by "Orden Divino"
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