domingo, 27 de octubre de 2013

Obediencia

Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, los muchos
serán constituidos justos (Ro. 5:19).
       Aboliendo en Su carne la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,
haciendo la paz (Ef. 2:15).


       Hoy, la mayor parte de los creyentes conocemos muy bien Juan 1:1 y
3:16, pero desconocemos la profundidad de Efesios 2:15....Cuando la carne de
Cristo fue clavada, Cristo Jesús abolió la ley de los mandamientos expresados
en ordenanzas para crear en Sí mismo de los dos, judíos y gentiles, un solo y
nuevo hombre, haciendo la paz.
      
                                        ES MUY IMPORTANTE SABER QUE SOLO HAY
DOS HOMBRES EN EL UNIVERSO:
                                                  EL PRIMER, HOMBRE ADÁN, EL
SEGUNDO HOMBRE, CRISTO.


       1 Corintios 15:47 dice " El primer hombre es de la tierra, terrenal;
el segundo hombre es del cielo". El primer Adán  es el comienzo del viejo
hombre en la vieja creación; el postrer Adán (Cristo) es el final, el fin del
viejo hombre en la vieja creación y principio de la nueva creación. El primer
hombre, Adán incluye a todos sus descendientes, toda la humanidad, y el
segundo hombre, Cristo, abarca a todos Sus creyentes, la nueva creación.
Todos los creyentes fuimos incluidos por nacimiento en el primer hombre,
Adán, y por la regeneración hemos venido a formar parte del segundo hombre,
Cristo. Cuando creímos en Cristo Jesús, fuimos trasladados del primer hombre 
al segundo. Ahora, en Cristo, nuestra naturaleza no es terrenal; nuestra
naturaleza es celestial (2 P. 2:4)
        Necesitamos ver cuan importante y crucial es que Cristo Jesús
aboliera la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear de
los dos pueblo, Judíos y Gentiles, un solo y nuevo hombre. Somos muchos los
creyentes, mas un solo y nuevo hombre (Ef. 2:15). Esta es la revelación más
elevada en el libro de Efesios respecto a la iglesia. Cristo abolió las
ordenanzas, que separaban a ambos pueblos, en la cruz, a fin de producir  una
nueva creación, el nuevo hombre, con la esencia divina (Jn. 1:12-13; 2
P.2:4), una nueva entidad, un nuevo hombre corporativo.

         Necesitamos conocer apropiadamente el viejo hombre, si queremos ver
el nuevo hombre. Pablo nos dice que nos despojemos del viejo hombre, antes de
vestirnos del nuevo hombre (Ef. 4:22). Después de crear los cielos y la
tierra, Dios creó al hombre. Pocos han visto que el hombre creado por Dios no
fue individual sino que fue corporativo.  Génesis 1:26 habla del hombre en
singular y en plural: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre (singular) a
Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y ejerzan (plural)
dominio............." Dios hizo un hombre corporativo. Cuando el hombre
corporativo que Dios creó fue dañado a causa de la caída, fue necesario que
Dios produjera un nuevo hombre. Para ello, Cristo no solamente tuvo que
eliminar el pecado, la naturaleza caída del hombre, a Satanás y al mundo,
sino que también tuvo que abolir las ordenanzas en la cruz (Ef. 2:15). Lo que
más impide que Dios obtenga el nuevo hombre, es las ordenanzas. Él abolió la
ley de los mandamientos expresados en ordenanzas para crear en Sí mismo de
los dos, judíos y gentiles, un solo y nuevo hombre.

           La iglesia como el nuevo hombre llega a ser el hombre que
satisface el deseo de Dios. Dios quería obtener un hombre; así que, en la
vieja creación Él creó una figura, un tipo de hombre, pero no creó al
verdadero hombre. El verdadero y nuevo hombre lo creó Cristo en la cruz por
medio de Su muerte toda-inclusiva. Este hombre es llamado el nuevo hombre
(Ef. 4:22). Este nuevo hombre no es natural, de la vieja creación; este nuevo
hombre procede de Dios y  participa de Su vida y Su naturaleza (Jn.1:12-13;
2P:2:4), siendo parte de la nueva creación. El hombre nuevo tiene como fin
expresar a Dios y representar Su autoridad (Gn.1:26). Para ello, el Señor, a
través de la regeneración y transformación va conformándonos a Su imagen y
semejanza (Jn.1:12-13; Ro. 8:29-30; 1 Co. 3:18), haciéndonos igual a Él en
vida y naturaleza, no en la deidad.
          Que Dios nos bendiga y nos de un espíritu de sabiduría y de
revelación.
          
          La fuente de esta porción de la palabra procede del ministerio y la
Biblia Versión Recobro con sus notas del Hermano Witness Lee.


En Cristo, José Luis Bruña.                                                        

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