domingo, 31 de diciembre de 2017

Desde el principio

1 Jn. 1:1-2
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante a la Palabra de vida (y la vida fue manifestada, y hemos visto y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó).
El ministerio de Juan es un ministerio que remienda. Pedro estaba pescando cuando fue llamado por el Señor, pero cuando Juan fue llamado, él estaba remendando la red (Mt. 4:21). Pedro pescó mucho, es decir, atrajo multitudes. Sin embargo, Juan remendó la red espiritual porque su ministerio era un ministerio que remienda por medio de la vida. La vida es lo único que puede remendar y cubrir todos los agujeros de la red espiritual. ¡Cuán necesario es esto en la actualidad! Hay tantos agujeros en la red cristiana. ¿Qué puede remendarlos? Sólo la vida. Es por esto que hemos sido inquietados muchas veces con este asunto de la vida. Algunas personas se ríen de nosotros y dicen: “¿No saben otra palabra que no sea vida?”. Sí, en cierto modo, sólo conocemos la vida. No conocemos nada más, porque no necesitamos nada más. La vida es lo único que necesitamos.
Los escritos de Juan son las últimas palabras de la revelación divina presentada en las Escrituras … Se puede decir mucho, pero la decisión se dice al final.
El último libro de Pablo, 2 Timoteo, fue escrito aproximadamente el año 66 d. C. Durante los siguientes veinticinco años surgieron muchas herejías, algunas de las cuales afirmaban que Cristo no era Dios, o que Cristo no había venido en la carne. Por tanto, cerca del año 90   aparecieron los escritos de Juan. El Evangelio de Juan fue escrito para testificar que Cristo era verdaderamente Dios (Jn. 1:1; 20:28). La Primera Epístola de Juan se escribió para confirmar que Cristo verdaderamente había venido en la carne (1 Jn. 4:2-3).
El ministerio de Juan, por tanto, tenía como finalidad reparar el daño infligido al ministerio de Pablo. Si la manga de mi abrigo ha sido desgarrada, deberá ser zurcida nuevamente de acuerdo al diseño original de dicho abrigo … Todo lo que se debe hacer es zurcirla para fortalecer el lugar donde se rasgó, con lo cual se habrá reparado apropiadamente el abrigo. Hoy en día el recobro del Señor se encuentra en el lapso que corresponde a este ministerio remendador. Por tanto, tenemos que regresar a la condición original, pero de manera fortalecida.
¿Cómo podemos afirmar que el ministerio de Juan es más fuerte que el de Pablo? ¡En otros mensajes dijimos que el ministerio de Pablo era más fuerte que el de Juan! Pero ahora queremos abordar este asunto considerándolo desde otra perspectiva. Pablo nos dijo que la iglesia es el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo, la familia de Dios, la casa de Dios, el reino de Dios, la novia y el guerrero. Pero Pablo no nos dijo que la iglesia es el candelero. Tampoco nos dijo que la consumación de la iglesia será la Nueva Jerusalén. ¿Acaso no es más grande una ciudad que una casa? ¡El ministerio de Juan es más fuerte, más profundo y más elevado que el de Pablo!
Después de los tiempos de Pablo, cuyos escritos fueron terminados alrededor del año 66 d. C., una serie de enseñanzas diferentes se infiltraron en la iglesia con el fin de dañarla. Un cuarto de siglo después de la muerte de Pablo, Satanás, insidiosamente, introdujo enseñanzas falsas sobre la persona de Cristo y sobre la iglesia. Se introdujeron herejías según las cuales se afirmaba que Cristo no era Dios, que no era el Hijo de Dios e incluso que Él no vino en la carne … Pablo completó la revelación contenida en la Biblia, pero poco tiempo después fue dañada. Por tanto, después del ministerio completador, se necesitaba un ministerio remendador. Con estos dos ministerios se dio conclusión a la Biblia. Por favor noten que con los escritos de Juan se dio conclusión a los Evangelios, pues el Evangelio de Juan fue el último en ser escrito. Después, sus tres epístolas constituyen la conclusión de las Epístolas de la Biblia. Por último, el libro de Apocalipsis finaliza el Nuevo Testamento e incluso toda la Biblia.
Estos escritos eran para reparar la tela rasgada de la iglesia. ¡Cuánto le debemos a este ministerio remendador!

No hay comentarios: