domingo, 31 de diciembre de 2017

En un cuerpo tenemos muchos miembros

Ro. 12:4-5
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo en Cristo y miembros cada uno en particular, los unos de los otros.
Necesitamos ver que la economía de Dios como plan de Dios, Su administración, consiste en crear, constituir y producir un Cuerpo para Su Hijo. Éste es el principal propósito de la economía de Dios. Cristo obtuvo este Cuerpo, que es parte de Sí mismo, Su complemento. El hecho de que Adán viviera solo tipifica el hecho de que Cristo estaba solo antes que obtuviera Su complemento, Su Cuerpo, la iglesia. Dios dijo que no era bueno que Adán estuviera solo. Así que hizo caer un sueño profundo sobre Adán, le abrió el costado y tomó una de sus costillas. Génesis 2 dice que con esa costilla Dios edificó a una mujer (v. 22). Esto indica que Eva procedió de Adán. Después que Eva fue edificada, Dios la trajo a Adán e hizo que ambos fuesen una sola carne. Efesios 5 nos dice que esto es un tipo del gran misterio de Cristo y la iglesia (vs. 31-32). Este tipo se cum­plirá en la Nueva Jerusalén, que es la esposa del Cordero (Ap. 21:2). Ésta es la meta de la economía de Dios.
La economía de Dios tiene otro aspecto por el lado negativo, a saber, la destrucción del enemigo de Dios. Dios tiene un solo enemigo al que podría destruir por Sí solo, pero Él no haría eso. Él desea hacer esto por medio de Su pueblo redimido. Por lo tanto, la humanidad redimida debe cooperar con Dios para destruir a Satanás. El libro de Apocalipsis nos muestra, por un lado, que los vencedores llegarán a ser la Nueva Jerusalén consumada y, por otro, que todos los vencedores serán usados para destruir a Satanás. Éstos son los dos aspectos respecto al Cuerpo de Cristo que tienen que ver con el cumplimiento del deseo que Dios tiene de ser expresado y de que Satanás sea destruido.
La obra que el Dios Triuno efectúa en nosotros consiste en producir el Cuerpo de Cristo, cuya realidad es el Espíritu, el Cristo pneumático. Este Espíritu, quien es el Dios Triuno consumado, la resu­rrección, obra en nosotros. Cuando tenemos el Cristo pneumático, el Dios Triuno consumado, la resurrección, somos en realidad el Cuerpo de El libro de 2 Corintios trata sobre el ministerio del nuevo pacto. Sin embargo, es importante que sepamos que el ministerio del nuevo pacto tiene como fin producir el Cuerpo de Cristo. En 1 Corintios se abarca el tema del Cuerpo de Cristo … Lo que nos dice 2 Corintios es … que si deseamos tener el Cuerpo de Cristo, debemos tener el ministerio del nuevo pacto. Sin el ministerio del nuevo pacto, no hay posibilidad alguna de que se manifieste el Cuerpo de Cristo.
Me gustaría repetir que el Cuerpo es el significado intrínseco de la iglesia … Aleluya, ¡tenemos el Cuerpo! Sin el Cuerpo, la iglesia no tiene sentido, pero con el Cuerpo, tenemos el significado intrínseco de la iglesia.
Todos los problemas que actualmente hay en la iglesia se deben a la ignorancia con respecto al Cuerpo de Cristo. No debe existir esta ignorancia entre nosotros, y debemos tener el pleno conocimiento al respecto. Necesitamos un espíritu de sabiduría y de revelación, y que los ojos de nuestro corazón sean iluminados para que veamos y comprendamos el Cuerpo de Cristo.
Todos los problemas que se suscitan se deben a que no vemos el Cuerpo y no nos preocupamos por el Cuerpo. Todos necesitamos regresar a la verdad, y poner en práctica la verdad es cuidar del Cuerpo.
Conocer el Cuerpo constituye el recobro apropiado del Señor. Si estamos en pro del recobro, necesitamos comprender lo que es el recobro. El Señor desea recobrar el Cuerpo de Cristo, el cual ha sido pasado por alto, así como recobrar la unidad del Cuerpo de Cristo, la cual ha sido desatendida. En esto consiste el recobro del Señor.
El Señor nos siga iluminando cada día conforme al deseo de Su Corazón.

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